La Miel es un producto que nos brinda la naturaleza, totalmente elaborada por las abejas, con excelentes cualidades nutritivas y de exquisito sabor.
Para que podamos consumirla manteniendo su calidad de origen, composición y perfecto estado, debemos cuidar todos los pasos del proceso de producción, la recolección, el filtrado y el envasado.
Cuidando de cada detalle, obtenemos una miel pura que llega a los consumidores en un estado óptimo para ser consumida.
En la actualidad, la obtención de la miel sigue un proceso establecido que comienza en la cosecha o recolección de las colmenas, previamente divididas en cuadros o marcos de madera, en cuyo interior las abejas fabrican el panal. Una vez abiertas las celdillas, con la ayuda de un equipo especial que permite el desperculado en frío para no dañar la miel ni las celdas de cera de los cuadros, estos se introducen en un centrifugador o extractor. La miel es proyectada hacia las paredes del extractor y escurre hacia el tanque de decantación con un sistema de centrifugado.
La primera miel suele llevar gran cantidad de impurezas: trozos de cera, resto de abejas, etc. por lo que debe hacerse un primer filtrado antes de su almacenamiento en tambores de unos 300 kg aproximadamente, quedando la miel en un estado cremoso.
En la planta, se abren los tambores llenos de miel y el primer paso es el derretido, el cual es un proceso lento que se realiza de la siguiente manera: Se colocan varios tambores en una pequeña sala térmica, en donde se generan temperaturas adecuadas, las cuales permiten el desarrollo del derretido lento de la miel en los tambores, hasta quedar líquida, sin afectar sus características nutritivas originales.
El próximo proceso es el traspaso de la miel líquida, por medio de bombas aspirantes, a los tanques de decantación de acero inoxidable, pasando antes por una serie de filtros en donde dejan todas las impurezas restantes. Desde dichos tanques, a través de dosificadores manuales o mecánicos, se produce el envasado de la miel en estado líquido. Cabe aclarar que para lograr un producto con miel sólida, solo se lo debe dejar en reposo para su cristalización natural.
A posteriori se realiza el etiquetado y sellado de tapas, con precinto. De esta manera se llega al producto terminado. Solo falta su embalaje para estar listo para la entrega a los clientes.
26.11.09
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